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SHALOM. javerim

Estamos aqui para compartir enseñanzas de la torah y raices hebreas, Con la ayuda de nuestro Padre Eterno y la guia de su Santo Espiritu (RUAH HAKODESH). por los méritos de Yeshuah HaMashiah.







SHALOM UBRAJAT



viernes, 1 de marzo de 2013

codigo real 1/22 ben abraham


EXISTENCIA E HISTORIA DE YAHSUAH HAMASHIA EN EL CODIGO REAL HEBRAICOJ

Traducción y comentarios por
D. A. Hayyim

Es la revelación de la manera como será establecida la redención final para Israel y de bajo qué autoridad Israel finalmente cumplirá la totalidad de su misión como nación sacerdotal. Las doce tribus de Israel, representadas por
doce mil emisarios en cada una, irán a las naciones, y bajo la dirección específica del Mashiaj, cumplirán aquella misión entregada desde el Sinaí por medio de Moshé.
Esta revelación la recibió el Rabí Yahoshua directamente de Elokim y fue entregada para consolación y fortaleza del exilio judío hasta la redención final. Su valor profético, místico y cabalístico requieren, como ya se ha dicho, de un conocimiento profundo del judaísmo, del misticismo y de las leyes que rigen este tipo de literatura apocalíptica judía.
Códice Shem Tov 100-1300
Durante este largo período de tiempo, la comunidad judía seguidora de Yeshuah  y expuesta al exilio juntamente con el resto de Israel, preservó y guardó muy secretamente los rollos y códices hebraicos que contenían las enseñanzas básicas de nuestro Rabino.
Otras de esas enseñanzas se mantuvieron oralmente y se escribieron aquí y allá, por muchos rabinos en diferentes ocasiones, porque nunca debemos olvidar que la fama de Yeshuah  alcanzó a los judíos de dentro y fuera de Israel, que por cierto eran mayoría.
Al regresar a sus tierras, llevaron consigo, oralmente, las enseñanzas del Maestro y poco a poco se fueron escribiendo, casi siempre sin darles el crédito justo. En todo caso, lo que hizo el Shem Tov demuestra para el
historiador sin prejuicios, que dichas memorias fueron muy bien mantenidas en su contexto hebraico original.
Por ejemplo, en los años que van entre 1385-1400, un rabino conocido como Shem Tov ben Shaptur fue convocado a una discusión pública con los representantes de la Iglesia en aquellos días. A fin de prepararse para una
discusión "teológica" con sus hostiles acusadores de la época, ben Shaptur consultó "los libros hebreos" de los "netzaritas" (judíos creyentes en Yeshuah como el Mashiaj) e hizo un códice de los mismos, extendiéndose más allá de
Mateo a otros libros del Código Real.
¿Cómo pudo el Shem Tov hacer su obra sin la presencia de aquellos
manuscritos hebraicos?
Gracias al trabajo de Sebastián Müster, y que incluyó la edición de un
manuscrito hebraico del libro de Hebreos; hoy en día el Códice Shem Tov es un eslabón importantísimo en la cadena ininterrumpida de testigos hebraicos del Código Real.
Códice Mazoreta Hebraico 132
Actualmente preservado en la Biblioteca Nacional de Paris, proviene del siglo décimo, y su última versión data del siglo XVI. Específicamente en el año 1553, el papa Julio III, para mantener su simpatía y el apoyo de los tribunales
de la Inquisición, ordenó legalmente la prohibición de la tenencia y lectura de todo libro judío, especialmente del Talmud.
Coincidiendo con el primer día del séptimo mes del anuario bíblico, conocido popularmente dentro del judaísmo como Rosh HaShanah (Año Nuevo), Julio III decretó que los cristianos irrumpieran en todas las casas y sinagogas judías y arrebataran de allí todos sus libros hebraicos y los llevaran a la plaza de
Roma para ser quemados bajo la dirección de uno de los tribunales de la
Inquisición de la época.
La ordenanza fue cumplida al pie de la letra y preciosa literatura judía fue destruida salvajemente ante la vista de los prelados y autoridades eclesiásticas.
 Se encontraba para entonces en Roma un obispo católico, procedente de la
ciudad de Brie, Francia, de apellido DuTillet, que fue testigo de aquellos hechos.
DuTillet no podía comprender con su mente académica, cómo podía
destruirse toda aquella riqueza literaria.
Cuando tuvo acceso a uno de los manuscritos que lanzarían al fuego, lo escondió de la mirada de los inquisidores y lo trajo consigo a Francia. Se trataba nada menos que de una versión completa en hebreo, del libro de Mateo y que descansa, como hemos dicho, en la Biblioteca Nacional de Paris.
El hecho de contar ahora con una versión hebraica de Mattityahu (Mateo) encontrada y salvada en aquellas circunstancias, tiene implicaciones históricas y textuales muy profundas.
En relación con lo primero, nos preguntamos:
¿Por qué tenían los judíos en Roma un "evangelio" en idioma hebreo en el siglo XVI juntamente con la Biblia Hebraica (torah)  y con el Talmud y otros escritos?
¿Quiénes eran esos judíos que habían preservado el texto hebraico de uno de los mazorot más importantes de todos?
En relación con lo segundo, investigamos: ¿Por qué muchos manuscritos griegos de los Evangelios, cuando están en conflicto con el CMH 132 no lo están con la Septuaginta, mientras el CMH 132 siempre está en armonía con el CTM y en contra de la LXX?
Por ejemplo, en Mateo 2:6, donde el Texto Receptus en griego, traduce "Belén De Judea", el CMH 132 tiene "Belen Efrata", no "Judea". Cuando vamos a la LXX tiene Judea, pero cuando vamos al CTM, tiene Efrata. En otras
palabras, el Texto Receptus, de donde provienen, como ya hemos dicho, la inmensa mayoría de las versiones hispanas del Nuevo Testamento, no entra en conflicto con la versión griega de la Biblia conocida como LXX, pero sí
contra la versión hebraica conocida como CTM; mientras que CMH 132, nunca entra en conflicto con la CTM, sino con la versión griega Septuaginta.
¿Cómo podemos explicar estos conflictos textuales internos?
 La respuesta es que existe una línea ininterrumpida de tradición hebraica detrás de los Evangelios que se mantiene en armonía con el texto hebraico y que demuestra, históricamente, el trasfondo hebreo de nuestros Mazorot (Evangelios).
Esto se hace evidente cuando Mateo, por ejemplo (1:17), nos habla de tres grupos de catorce generaciones cada uno formando la línea ininterrumpida de los ancestros del Rabí Yahoshua. Las variantes textuales griegas están
incompletas, las únicas que están completas, son las hebraicas.
¿Qué nos dice eso? Que las variantes textuales que llevaron finalmente a una corrupción del texto, comienzan a darse a partir de las versiones griegas, no hebreas, y que si deseamos rectificar esto y encontrar la mejor versión
posible, debemos ir por el camino hebreo, no por el griego.
Código Real Textual Hebraico
Esta obra, que colocamos al alcance del lector iberoamericano, intenta exponer en castellano, la mejor versión hebraica posible que se mantenga dentro de la línea no interrumpida de testigos hebraicos del, así, conocido
popularmente, Nuevo Testamento.
Le llamamos Código porque, a fin de interpretarlo correctamente,
necesitamos tener el código de acceso a dicha literatura judía, en su
naturaleza altamente mística y cabalística, propia del judaísmo Apocalíptico de los profetas y del Judaísmo del Segundo Templo.
Le llamamos Real porque proviene de la realeza de Israel, es decir, de la casa de David y del trono davídico, que es el tema de todo el Código. Para un mejor entendimiento de dicho concepto, y por el bien de nuestros hermanos no judíos, lo hemos traducido como Nuevo Testamento Textual Hebraico.
Estamos seguros de que los cristianos sacarán mucho provecho de esta obra pues tenemos la impresión de que por primera vez tendrán un Nuevo Testamento en su propio idioma vernáculo, ubicado en su entorno natural.
Los judíos también recibirán mucho provecho de esta obra; por un lado, en aquellos aspectos litúrgicos y de avodah típicos de una sinagoga que sigue el ciclo anual de lectura de la Torah; y por otro lado, la ocasión de tener acceso a la vida y enseñanza de nuestro Rabí, como el Mashiaj Judío a quien le fue confiada una misión única: confirmar el Pacto y las Promesas dadas a nuestros padres y; al mismo tiempo, abrir una puerta de salvación para los
gentiles a fin de que Israel cumpla su misión fundamental, anunciada desde los días de Moshé Rabeinu: Luz para los gentiles y gloria de Ya'akov, con la mira de preparar a Israel y al mundo; para la redención final y la consumación de todas las cosas dichas por nuestros profetas de verdad.
Características más notables
Las características más notables de nuestra versión incluyen los siguientes aspectos. Primero: El lenguaje.
Nos hemos esforzado por mantener un estilo literario que sea fiel al pensamiento hebraico, mishnáico y rabínico, especialmente en aquellas expresiones idiomáticas que son claves en el entendimiento de las palabras de nuestro Maestro.
Hemos seguido entonces la línea de pensamiento que viene por el Códice Mazoreta Hebraico 132 y el Códice Shem Tov.
También  consultado pacientemente la obra de Franz Delisch, desde la versión del 1877 hasta la revisada en 1970, que como sabemos, contiene una restauración hebraica de todo el Nuevo Testamento hecha por uno de los
gramatólogos semitas más importante de todos los tiempos, pero
manteniendo siempre fidelidad al criterio textual, que no lo podemos encontrar, definitivamente, en el Textus Receptus.
Teniendo a la mano las concordancias modernas de los textos rabínicos y la riqueza vertida por los trabajo extraordinarios del profesor David Flusser,
Robert Lindsay y el resto del equipo que ha formado el Departamento de
Estudios Sinópticos de la Universidad Hebrea de Yerushaláyim, un trabajo
como este habría sido tal vez imposible.
Estoy convencido que nuestros lectores iberoámericanos tendrán la
oportunidad de encontrarse con un Nuevo Testamento semítico en su lenguaje y en su pensamiento, similar al que habló nuestro Maestro en sus días; y esto, sin duda, hace de nuestra versión una combinación de dos principios importantes: su fundamento hebraico y su accesibilidad a la menta hispana.
La Estructura
Por amor a mis hermanos, la estructura de los capítulos y versículos sigue el orden establecido para el ciclo anual de lectura de la Torah y los Profetas como es dado en la sinagoga (Guevurot 13:13-ss). En este Primer Tomo, el lector podrá comparar fácilmente cada nombre y número de las secciones de Moisés que son leídas actualmente en la sinagoga. Aunque en los tiempos de nuestro Maestro la lectura anual de la Torah seguía el ciclo de tres años, actualmente, con la destrucción de Yerushaláyim y del Templo, el ciclo anual es el más popular.
11 Sin la ayuda prestada por Mandelkern and Hatch-Redpath habría sido más dificil sin duda el trabajo.
.Para el lector que no está familiarizado con estos conceptos, debemos explicar que todos los libros de Moisés (el Jumash o Pentateuco) están divididos en 54 secciones llamadas cada una "parashah". Al  concluir cada ciclo anual, se tiene una fiesta de gozo llamada Simjat Torah, el Gozo de la Torah, es decir, el gozo sagrado de haber leído y comentado toda la Torah en un año completo de estudios.
A fin de incluir las enseñanzas de nuestro Rebe en ese proceso, hemos
dividido los cinco mazorot en 54 secciones, cada una de las cuales lleva el mismo nombre que las secciones de la Torah correspondiente al ciclo anual.
Esto permitirá que los dichos de nuestro Maestro sean estudiados con la
misma intensidad y frecuencia y en la misma relación natural que el resto de las Escrituras.
Además, cada sección está identificada por una letra hebrea hasta el número cinco, es decir, la alef ( ) la bet(), la guimel (), la dalet () y la he¡ (), para indicar dónde comienza y termina cada sección de cada parashah. Así como hay 7 lectores en los escritos de Moshé y un lector para los Profetas, hay cinco lectores asignados a las enseñanzas de nuestro Maestro para cada Shabat. Cuando sumamos los siete lectores de la Torah, el lector de los Profetas y los cinco del Código Real, tenemos en total 13 lectores para completar el ciclo anual de lectura de la Torah, los Profetas y los Escritos.
Restauración Hebraica del Texto
Hemos establecido la restauración hebraica del texto para los que tienen acceso al hebreo y su traslite-ración al castellano para los que aun no tienen acceso a la lengua sagrada. Esto permitirá oír de nuevo las palabras de
Nuestro Maestro como fueron escuchadas por su propia audiencia en el primer siglo.
Notas y Comentarios
Las notas y comentarios tienen la intención de explicar el trasfondo hebraico de aquellas expresiones que debido a su judeidad, pasarían desapercibidas por el lector no judío. Debido a que el Código Real es un colección de
Literatura judía en su misma esencialidad, abrir esos tesoros hebraicos dará sin duda al lector una perspectiva del texto que seria imposible sin dichas notas y comentarios. Al mismo tiempo, hemos sido cuidadosos de que dichas notas no sean muy extensas, porque este no es un Comentario del Código Real, es el Código Real con notas y comentarios explicativos.
Orden de los Libros
van, del más simple y gramatical de todos, al más complejo y místico. Ese orden lo hemos preservado en nuestra versión. De ahí que el primero es Meir (Marcos), sin duda el que fue escrito para memorizarlo en su nivel gramatical
básico. Su interpretación requiere del conocimiento de las 7 leyes de
interpretación de Hilel.
Le sigue entonces Hilel (Lucas), con la presentación de un nivel mayor de entendimiento de los dichos del Rabí, donde se destacan los valores histórico-simbólicos que tienen la intención de establecer las bases
hermenéuticas de sus enseñanzas para una comunidad judía típica del Primer Siglo, donde dos o tres líderes se encuentran para dirigir los estudios de los dichos del Maestro a un nivel más profundo que el sentido literal y
gramatical del texto. Para entender apropiadamente Lucas, es importante tener dominio no solamente de las leyes de Hilel sino también del rabí
Eliezer.
Por otro lado, Hilel (Lucas) es uno de los más hebraicos documentos del
primer siglo que pudiéramos encontrar.
Esto ha sido reconocido incluso, por la Iglesia Católica. En uno de sus
documentos oficiales declara:
"Es un hecho histórico que la infancia` como encontrada en el tercer Evangelio (1:5-2:52), establece, tanto en su contenido, como en su lenguaje, una fuente de origen judío. Cuando leemos todo el pasaje, nos pareciera
Estar leyendo un capítulo del Primer Libro de los Macabeos, esto es, lleno de costumbres, leyes y peculiaridades introducidas sin explicación y todas repletas de ideas judías. El estilo y el lenguaje son tan semitas que el pasaje hay que traducirlo al hebreo o al arameo, para que pueda ser apreciado con justicia." (Catholic Encyelopedia, 1914, traducción del autor).
Luego Mattityahu (Mateo), cuyo nivel de escritura va más allá de un nivel gramatical simple, pues constantemente nos muestra las alusiones
mesiánicas y midráshicas de las enseñanzas de nuestro Rabí.
Su interpretación requiere del conocimiento de las 7 leyes de interpretación de Hilel, de las 13 del Rabí Ismael y de las 24 del rabí Eliezer.
A continuación nos encontramos con Yojanán (Juan), cuyo estilo literario se eleva a la categoría del misticismo judío del primer siglo, típico de las
enseñanzas de Yojanán ben Yojai, de donde provino el Zohar. Es importante
conocer las 42 leyes del Zohar para darle el entorno apropiado a los escritos de Yojanán.
Finalmente, en cuanto a los Mazorot, incluimos el Marot Elohim (Visiones de Elohim) que fue dado aYeshuah como diadema de gloria para trasmitirlo a las comunidades judías del primer siglo. El estilo literario es cabalístico (recibido por revelación profética sumamente mística, al estilo de Ezequiel y Daniel) y se requiere de un dominio de las 50 leyes místicas del judaísmo para
comprender bien su entorno literario.
Es importante que toda persona que desee hacer un estudio de este quinto libro de los mazorot, esté bien relacionado con las leyes judías de la profecía, preservadas por Maimónides, y con las 50 leyes de la revelación profética y mística que ya hemos indicado.
Dos elementos han sido tenidos en cuenta aquí. Primero, en relación con los Mazorot (Evangelios) que responden a un nivel de revelación típico del judaísmo. Estos niveles Se refiere a la infancia de Yeshuah.
Nombres Sagrados
Para ningún traductor es un secreto la dificultad teológica y litúrgica a la hora de traducir los nombres sagrados. Su traducción al griego ha sido ambigua, pues no se puede saber a ciencia cierta de qué persona en realidad se está
hablando.
A fin de esclarecer lo mejor posible este hecho, hemos optado por traducir el Nombre Sagrado como "HaShem", literalmente, "El Nombre", y también, en ocasiones, como "el Eterno". La diferencia de uso entre ambos es de carácter personal, más que conceptual, porque en algunas ocasiones uno "suena
mejor" que otro dentro de la sintaxis castellana. Ambos, "HaShem" o "El Eterno", los usamos solamente para referirnos a las cuatro letras que
componen el Nombre del Eterno, el Nombre Inefable, el Nombre que es sobre todo nombre.
Por otro lado, las Escrituras en general y el Código Real en particular, usan muchas veces el término Elohim, y en contadas ocasiones, Elohá, singular semítico para Elohim. En esta versión hemos puesto, después de mucho análisis y estudio del tema, el término Elokim porque esta es la manera respetuosa que en Israel se enseña a los niños y niñas cuando inician su estudio primario de la Torah (las Escrituras).
Dentro del judaísmo, cada vez que estamos leyendo la Torah en hebreo y nos encontramos con el Nombre Inefable, compuesto de cuatro letras hebreas (Yud, He¡, Vav, He¡, traducidas normalmente como YHWH, o también
YHVH), en términos generales se pronuncia como Adon-ai o HaShem, dependiendo de la costumbre de la comunidad.
Cuando decimos "HaShem" o "El Eterno", estamos confesando la
trascendencia del Todopoderoso en tiempo y espacio y, al mismo tiempo, Su soberanía y dominio en toda la creación.
A fin de proteger el Nombre Sagrado de ser pronunciado mal, ante las muchas variantes que existen, unas más aproximadas al original que otras, hemos optado por traducir el significado del Nombre más que su sonido
gramatical, hasta que venga Mashiaj o el profeta Eliyahu HaNaví (Elías, el profeta) y nos aclare esto, según Sus promesas.
Existe mucha evidencia que Yahoshua confesaba el Nombre Sagrado en su forma y entonamiento correctos y la blasfemia de que le acusaron podría muy bien estar relacionada con esto, pues para entonces, solamente el Cohen HaGadol (sumo sacerdote) sabía la correcta pronunciación del Nombre y lo hacía varias veces, solamente en el Templo y una vez al año, en Yom Kipur (Día de Expiación).
Si esto es así, sus talmidim (discípulos) conocían entonces la manera de
pronunciar correctamente el Nombre, pero hasta que tengamos más revelación sobre un tema tan único en su clase, debemos esperar antes de establecer la forma que consideramos es la correcta de pronunciar.
Debido a la crisis de autoridad espiritual que experimentamos, pienso que ninguno de nosotros tiene suficiente autoridad hebraica, cúltica, profética y espiritual para decir a nuestra generación: "Esta es la manera correcta de pronunciar el Nombre Sagrado". Hasta hoy, lo mejor que podemos hacer es, por un lado, evitar las pronunciaciones que evidentemente están muy lejos de ser las correctas, por las evidencias gramaticales, fonéticas y arqueológicas con que contamos, así como por la torah shevealpé (enseñanza oral); y por el otro, no exponernos a seleccionar la correcta entre las probables, para no encontrarnos luego con, que hayamos escogido mal.
En todo caso, pienso yo, es sabio que esperemos por Mashiaj mismo o Su profeta Eliyahu cuando nos sea enviado de nuevo, a que nos aclaren estas cosas. Es debido a estas consideraciones, que hemos preferido usar los equivalentes "HaShem" o "El Eterno" cada vez que nos encontremos con el Nombre Inefable. Su presencia en caracteres hebraicos ha sido mantenida, no obstante, en el texto hebreo para su apropiada identificación.
Es importante recordar al lector que el Nombre Inefable siempre está
relacionado con la manifestación de la divinidad por medio del atributo de gracia, amor y misericordia, casi siempre dentro de una analogía de pacto.
Por otro lado, he seleccionado la forma Elokim, como hemos dicho, para identificar el término bíblico Elohim oElohá cuando se refiere, directamente al Eterno, al Padre. Elohim, de ahora en adelante Elokim, siempre está
asociado al atributo de justicia, dominio, gobierno. Es la manera como percibimos al Eterno en la creación de las cosas hechas. Es importante
recordar que Elokim no es nombre propio de la Divinidad, sino un título para indicar una persona en autoridad o dominio, ya sean celestiales o terrenales.
A fin de diferenciar los elohim que sirven al Eterno,  de las personalidades demoníacas (ídolos-adversarios satanás,etc), las Escrituras usan la
combinación "elohim ajerim" (dioses extraños o ajenos) para referirse a ellos.
Elohim entonces, es un título, y como tal, no tiene nada que ver con
divinidad, sino con el cargo o posición de "amo; dueño, gobernante, juez", etc. Elokim es el Juez Supremo y siempre lo usaremos como una referencia al
Eterno. Cuando este no sea el caso, usaremos Elohim y en el evento que se refiera a ídolos o personalidades demoníacas, "elohim ajarim".
La mayoría de los traductores ha vertido Elokim, como "Dios", pero aquí hemos rectificado esa práctica, tanto de traductores judíos como cristianos, por la connotación pagana asociada con el término castellano "Dios" y que no
expresa la riqueza textual de Elokim.
Sabido y conocido es, que el término "Dios" no es una traducción del hebreo "El" y sus derivados, y por tanto, no procede de allí.
¿De dónde entonces?  A decir verdad, "Dios", tanto en castellano como en inglés (God), tienen un origen pagano. Del latín "Deus" y del griego "Theós", todos proceden de Zeus, relacionados con la adoración a esta deidad griega. Dios-Zeus, fue conocido entre los romanos como Júpiter o en el caso de las lenguas teutónicas, como Tiu (de ahí Tuesday en inglés, traducido Martes. en verdad. Día de Tiú, es decir. de Júpiter. de Zeus. de Dios").
Esta deidad fue conocida también como "Janus" (perpetuado en January Enero el dios de las dos caras) y "Diana", la versión femenina de "Dios" (Zeus/Júpiter). Ha sido así cómo se ha introducido y camuflageado dentro del lenguaje diario tanto de la comunidad judía, como de la cristiana.
Por esto decía que debido a esta connotación pagana asociada con el término castellano "Dios" no hemos traducido tal concepto, para no
perpetuar más el nombre de los demonios entre los kadoshim (los apartados para el Eterno).
Orden de los Libros
En relación con el resto de los escritos del Código Real, donde las enseñanzas no vienen directamente de Yeshuah, sino a través de sus Emisarios, de
acuerdo a como ellos fueron movidos por la presencia divina a responder a las circunstancias específicas de las comunidades judías y no judías del primer siglo, la hemos subdividido en dos secciones: la judía y la no judía, con un libro que sirve de transición entre ambos, Guevurot (Hechos). Si comenzamos entonces con los Mazorot, tenemos entonces el siguiente orden:
Escritos a judíos:
Mazorot
Meir
Hilel
Mattityahu
Yojanán
Marot-YHWH
Responsas
31 Hebreos
Ya'akov
Kefa Alef
Yojanán Alef
Yojanán Bet
Yojanán Guimel
Yehudá
Timoteo Alef
Timoteo Bet
Filetnón Guevurot
Escritos a Conversos
Gálatas
Romanos
Corintios Alcf
Corintios Bet
Efesios
Filipenses
Colosenses
1 Tesalonicenses 2 Tesalonicenses
Tito
Kefa Bet
Esta versión inédita que colocamos al servicio y para el bien de nuestra generación, reconoce lo dificil de hacer una traducción que encuentre el equivalente exacto y preciso de términos y conceptos hebraicos en esencia, pero nos hemos esforzado al máximo por realizar una traducción adaptada lo mejor posible a la mente hispana; teniendo en cuenta las opiniones reconocidas de los grandes maestros de Israel y el entorno hebraico propio del Código Real.
Para ello, nos hemos auxiliado con la clásica y aceptada mundialmente nomenclatura de capítulos y versículos, lo que no ocurre en los textos originales, para dar al lector una idea general de esa porción específica; y, además, con el uso de ciertos pronombres y sustantivos, en itálicas para indicar que se usan, a fin de esclarecer el concepto hebraico que se traduce, pero que no aparece, necesariamente, en el texto original.
Juntamente con estos recursos técnicos, hemos incluidos notas marginales que ayudarán al lector a tener una comprensión apropiada de lo que se está leyendo, en su contexto hebreo, a fin de facilitar su estudio, entendimiento,
aplicación y futura profundización.
La versión que ponemos al alcance de nuestros amigos de habla castellana, tiene como intención suprema mostrar la riqueza de un documento tan
maravilloso como el Código Real, a la luz de su trasfondo hebreo, como
herramienta decisiva a la hora de comprender una colección de libros únicos en su clase, que con la ayuda de la Presencia Divina, nos permitirá tener un mejor entendimiento y la posibilidad de una mejor aplicación personal y comunitaria, tanto de las palabras del Mashiaj como de sus Emisarios. 
.
 YAHSHUA HAMASHIAJ Y Su Existencia Histórica
ALGUNOS TODAVIA CUESTIONAN LA EXISTENCIA histórica de Yashuah
 ben Yosef.
Por supuesto, cuando tratamos de las figuras históricas, nuestra metodología, aunque científicamente aceptable, usa herramientas diferentes a las otras ramas de la ciencia.
En el caso de la Historia, especialmente la antigua, son las evidencias históricas venidas de documentos cercanos a esa época los considerados más valiosos y aceptables. Los testigos oculares no existen para testificar de la existencia de Platón o Aristóteles. Pero nadie, con un juicio sano, dudaría hoy día de la existencia de esos filósofos.
¿Por qué? Por los testigos históricos que tenemos: sus documentos y lo que otros dijeron de ellos. De la misma manera, ninguno de nosotros duda de la existencia histórica de MOSHÉ. ¿Por qué? Por los testigos históricos que tenemos y por la existencia misma del pueblo judío, aun cuando ninguno de nosotros se ha encontrado jamás con un testigo ocular que conociera a MOSHÉ personalmente. Tal tipo de testimonio no existe en la
ciencia histórica.
Por lo tanto nos basamos en los testimonios de documentos y sujetos históricos que relatan aquellos hechos y sus personajes principales.
Esa es la metodología científica que usa la Historia como disciplina científica.
Lo mismo es cierto al referirnos a Yeshuah. Contrario a la opinión popular, Yeshuah no fue el fundador del cristianismo. Tal declaración es una contradicción. ¿Cómo podría el que dijo: "No he venido para abrogar, sino para cumplir", ser el fundador de una religión diferente a la de Moshé y los profetas? La creación del cristianismo es un asunto posterior que tiene lugar varias generaciones después de Yeshuah entre sus seguidores no judíos, como la mejor manera que ellos entendieron debía aplicarse en suelo gentil el judaísmo de Yeshuah y de sus emisarios. En otras palabras, el cristianismo es judaísmo trasculturado para los no judíos. No tenemos evidencias históricas que ni Yeshuah ni sus discípulos originarios, todos los cuales fueran judíos, tuvieran la intención ni de separarse del judaísmo, ni del Templo, ni de la fe de Israel, ni mucho menos de crear una religión diferente a la de sus padres.
Rav  Shaul, con todo y haber sido designado para establecer la manera como debía aplicarse la fe hebrea entre los gentiles, al final de su vida nos da un solemne testimonio: "No he hecho nada contra el pueblo (judío) ni contra las costumbres de nuestros padres" (Hechos 28:17).
Si Yeshuha no existió, nadie podría explicar cómo una cantidad enorme de judíos
estuvieron dispuestos a ser perseguidos, maltratados e incluso asesinados por los minin (herejes) de su generación, por causa de su Nombre.
Demandarnos que creamos que todo el movimiento jasídico establecido por Yeshuah, y que ganó la simpatía de miles y decenas de miles de judíos en su generación, está fundamentado en un personaje que nunca existió, es una aberración intelectual que solamente podría tener lugar en una mente absolutamente fuera de sí.
No obstante, el argumento previo es de carácter lógico más que histórico; por lo tanto, veamos algunos testimonios históricos fuera de nuestros libros autoritativos, porque no podemos usar un argumento como argumento. Así pues, miremos las evidencias externas, que demuestran, más allá de la duda razonable, la existencia histórica de Yeshuah
.
1 Josefo
Historiador judío del primer siglo. En sus "Antigüedades", circa 90-95 de nuestra era, él menciona a Ya'akov (Santiago) "el hermano de Yeshuah (Jesús) conocido como el Mashiaj (Xristós-Cristo)". También escribió: "Existió en esta época Yeshuah (Jesús), un Hombre sabio (ish jajám)... Porque era un hacedor de hechos maravillosos... aunque fue muerto, se apareció a ellos (sus discípulos) al tercer día, vivo, tal como los profetas habían predicho estas y otras diez mil cosas maravillosas referente a él". Por supuesto, no faltarán los que digan que tal referencia histórica es demasiado evidente y la considerarán una
interpolación, pero eruditos lingüistas han demostrado su legitimidad. Por otro lado, tenemos hoy día una versión arábiga de dicho documento, la cual fue primeramente traducida en 1972 por el período norteamericano New York Times. La traducción hecha vierte la referencia previa de la siguiente manera:
"En esta época hubo un hombre sabio llamado Jesús (Yashuah). Y su conducta era buena y fue conocido como virtuoso. Y mucha gente entre los judíos y otras naciones llegaron a ser sus discípulos. Pilato lo condenó a morir crucificado.
Y aquellos que habían llegado a ser sus discípulos no abandonaron su discipulado. Ellos informaron que él se les apareció tres días después de su crucifixión y que estaba vivo; en consecuencia, tal vez era el Mashiaj referente al cual los profetas han relatado maravillas".
 
2 Thallus (circa 50)
F.F. Bruce ("Christian Origins", pgs, 29, 30) nos recuerda que hay una historia del Mediterráneo oriental escrita por un historiador llamado Thallus, cerca del año 52 de nuestra era. Bruce muestra en otro libro (The New Testament Documents" pg. 113) que un erudito llamado Julio Africano, citó a Thallus, mofándose de la descripción que éste
hace de las tinieblas que se produjeron durante la crucifixión de Yeshuah, atribuyéndolas a un eclipse de sol. Esto sugiere que Thallus escribió un relato de la crucifixión de Yeshuah, la cual ocurrió algunos años antes de que él escribiera su historia, en el año 52 de nuestra era.
 
3 Cornelio Tácito (circa 110)
Historiador romano que vivió al comienzo del siglo II, menciona a Yeshuah. En sus Anales (Annals) dice: "Una clase odiada por sus abominaciones, llamados cristianos por el populacho. Christus, de quien se originó el nombre, sufrió la pena capital durante el reinado de Tiberio, por sentencia de uno de nuestros procuradores, Poncio Pilatos".
Sabemos que el emperador Tiberio ocupó la silla imperial entre los años 14-37 de nuestra era, durante cuyo período Yeshuah fue colgado en el madero. En esta misma obra afirma que aunque las ideas "cristianas" estaban en Roma, el movimiento empezó en Judea.
 
4 Gaio Suetonio (circa 120)
Otro historiador romano, quien ejerció su función en los días del emperador Trajano, hablando del tiempo de Claudio nos dejó el siguiente testimonio: "Debido a que los judíos en Roma constantemente causaban disturbios por instigación de Cresto, él [Claudio] los expulsó de la ciudad". ¿Quién fue este "Cresto°" sobre el cual hubo serias polémicas en Roma entre la comunidad judía al punto que fue usada por el emperador como una excusa para expulsar a los judíos de Roma? El autor Harris (GosPS, 354, 356) explica que para los latinos, la forma griega "Xristós" no tenía el significado que tiene hoy día, más bien sonaba a sus oídos como un "repellador" o "artista plástico", es de alguien dedicado a la construcción de edificios, estatuas o algo parecido. Para evitar que se tuviera una idea
equivocada, algunos usaban la forma Crestus, cuyo significado en latín es "útil" para que todos pudieran entender mejor de quién se hablaba. Tal observación coincide con el historiador Lactantius, quien en el siglo IV afirmó que Yeshuah fue comúnmente conocido como "Crestus" por los ciudadanos romanos ignorantes.
 
5 Plinio, el joven (circa 110)
Fue un oficial del gobierno romano conocido por sus famosas "Cartas", en una de la cuales, dirigida al emperador de turno, menciona detalladamente la existencia de un grupo de personas muy activas llamadas cristianas en los últimos años del primer siglo. Describiendo la manera cómo efectuaban sus oficios religiosos, comentó: "Tenían la costumbre de reunirse en un cierto día fijo antes del amanecer, cantando a “Cristo”.
 
6 Luciano de Samosata (circa 180)
Escritor griego del siglo lI. Critica a los creyentes de origen gentil, conocidos por los romanos como "cristianos", porque "hasta este día, adoran a un hombre que fue crucificado" ("Las Obras de Luciano", Vol. 4, traducción de Fowler y Fowler). Aun cuando tal evidencia histórica tiene implicaciones teológicas importantes, lo que nos interesa
es su testimonio en relación con la existencia de un hombre que fue crucificado y que los cristianos, hasta sus días, lo reconocían como una figura histórica, independientemente de la interpretación teológica que hicieran de su persona.
 
7 El Talmud (circa 200-500)
Como sabemos, un documento legal judío -en el tratado Sanedrín, folio 43% la versión antigua, porque en las postreras, debido a la fuerte evidencia, los editores removieron esta sección-, se refiere a la muerte de Yeshuah, quien es mencionado con el calificativo de ”Yeshu”.( caballo) Esto es lo que afirma: "En la víspera de la pascua “Yeshu”
(refiriéndose al Mesias Yeshua) fue colgado. Durante 40 días antes de que se realizara la ejecución, un heraldo proclamó: `Él va a ser apedreado porque ha practicado la brujería y ha incitado a Israel a que apostatara. Cualquiera que pueda decir algo a su favor, que pase
adelante en su defensa'. Pero en vista de que nada se presentó en su favor, fue colgado en la víspera de la pascua".(pesaj)
Estas evidencias previas tienen mayor peso que las que existen en relación con otros personajes históricos del mismo período. ¿Por qué otros no son cuestionados mientras que a Yeshuah se le cuestiona?  La tendenciosidad histórica aquí es evidente. En todo caso, el que tiene ojos para ver, verá; y el que tiene oídos para oír, oirá.
 
Su Legado
La vida de nuestro Rábi, Yeshuah ben Yosef, declarado por HaShem, Adón y Mashiaj, no tuvo lugar en una ampolleta de laboratorio, ni en una cápsula extraterrestre, sino en condiciones históricas específicas.
Si no conocemos bien,  esas condiciones históricas, que incluyen los elementos religiosos, políticos, sociales, culturales, económicos y espirituales que formaron esas condiciones, nos resultará muy dificil entender su vida, sus dichos y su legado. Yeshuah fue un Tzadik, un varón piadoso, un hijo de Israel que por medio de la disciplina personal, su absoluta obediencia a HaShem, a la Torah y a la herencia de los profetas, subyugó completa y totalmente su vida, sus emociones, sus aspiraciones personales y sus sentimientos, cualesquiera que fueran, al servicio de la misión que el Eterno le encomendó: la redención de Israel y del mundo.
Está escrito en nuestros libros: "Por lo que sufrió aprendió la obediencia y habiendo sido perfeccionado, vino a ser el padre de la redención final para todos los que le obedecen; y fue declarado por Elokim: cohen hagadol según la orden de Malquizedek". (Ivrit 5:8-10)
Yeshuah no nació obediente, aprendió la obediencia. Nadie nace obediente. Solamente una computadora es construida para obedecer. El hombre fue hecho libre, con la posibilidad de decidir obedecer o desobedecer. Por eso está escrito en nuestros libros autoritativos: "Por cuanto los hijos fueron hombres, es decir, de carne y sangre, él
también fue engendrado hombre, de carne y sangre... por esto debió ser hecho en todo, semejante a sus hermanos, para poder ser constituido en fiel y misericordioso cohen Hagadol de los bienes venideros, en lo que a Elokim se refiere" (Ivrit 2:14-17).
Observa que dice: "En todo", no en una parte sí y en otra no, en todo. No con apariencia de hombre, hombre en todo. No un espíritu, porque el espíritu no tiene carne ni hueso, y el Mashiaj es de carne y hueso, como tú y como yo.
Esta es la única manera que nos puede ser útil, de lo contrario estaría fuera completamente de nuestro alcance.
¿Cómo podríamos ser llamados a seguir sus huellas, si él no fue, en todas las cosas, un ser humano semejante a sus hermanos? Solamente siendo hombre en todo, nos sirve de ejemplo. Lo demás sería un teatro, una utopía, un cuento típico de los filósofos griegos adornado con los toques teológicos de los maestros helenistas que vinieron después.
Pero un tzadik no es simplemente una persona piadosa, es mucho más que eso. La piedad es uno de los adornos del Tzadik; pero solamente uno, el Tzadik tiene ocho cualidades personales y muy pocos la han alcanzado, solamente nuestro Rebé las alcanzó todas. Moshé, aunque fue un tzadik, no alcanzó las ocho cualidades de que debe adornar la vida de un tzadik. Ninguno de los tzadiquim ni antes ni después de Yeshuah han alcanzado el nivel de perfección que alcanzó nuestro Rabí y que fue la razón por la cual Hashem le declaró Adón y Mashiaj, como está escrito en nuestros libros.
¿Cuál fue una de las misiones de Yeshuah? Crear una generación de tzadiquim en Israel que pudiesen llevar adelante su misión en aras de la redención final. La redención final no solamente de Israel, sino del mundo. Yeshuah no vino a establecer una Halajah específica. ¿Por qué? Porque ya existía. Él no vino a inventar el agua tibia, sino a limpiar el agua que ya teníamos desde Avraham Avinu, Moshé, los ancianos, los profetas y los jueces de la Gran Asamblea establecida por Ezra. ¿A qué vino entonces? ¿Para qué nació? ¿Para qué nos fue enviado? Una de las causas:
 la creación de una generación de tzadiquim que pudieran colaborar con él en su gran misión: la redención final de Israel y del mundo.
Para entender esto, debemos comprender su tiempo, sus circunstancias, su época, su realidad histórica. Él no habló al aire, sino a personas de carne y hueso. Él no habló en una cápsula cibernética, sino en un tiempo, lugar y circunstancias específicas.
Solamente conociendo lo mejor posible esa realidad, ese entorno suyo, sus palabras cobran vida para nosotros y nos permiten tomarle el pulso, palpar su sustancia, a fin de estar en condiciones apropiadas de aplicarlas correctamente en nuestras circunstancias actuales y en aras de su misión: la redención final. Pero alguno dirá: ¿Quién
es un Tzadik? La palabra "tzadik", viene de una raíz hebrea relacionada con "justicia", con lo que es "justo", el camino correcto delante de HaShem. Por analogía, Tzedek nos lleva a Tzadik, que significa "piadoso"; y, por extensión, un Tzadik es una figura rodeada de sefirot, de habilidades maravillosas dadas por HaShem pero desarrolladas por el individuo, que lo transforman en una persona de un nivel espiritual asombroso. ¿Para qué existen
los tzadiquim? Porque la mayoría del pueblo no tiene ni los recursos ni las habilidades espirituales de ser libres de las
ataduras creadas por el yétzer hará, y por lo tanto, corren el peligro de quedar atrapadas siempre en la mediocridad de una vida que es gastada sin desarrollar su potencial espiritual. El Tzadik provee a su generación una avodah única:
servir de intercesor, servir de guía, de luz, de modelo, entre HaShem y los hombres, de tal manera que pueda elevar a su generación a un punto donde luego pueda ella continuar sin impedimentos, el servicio que el Eterno les demanda.
En el caso del Mashiaj, no solamente sería un intercesor, pero mucho más: un
intermediario. Como la Torah fue dada por medio de Moshé, constituyéndose en el mediador del primer pacto, Mashiaj es el intermediario de la renovación del pacto para causar que las mejores promesas contenidas en la alianza original, pudieran finalmente alcanzar a los herederos de la vida. Un Tzadik se mueve por encima de la Halajah. No la destruye, no la pisotea, pero su nivel espiritual es tan alto que no hay Halajah que pueda establecer los límites de su conducta.
 ¿Qué es la Halajah? La manera como debemos vivir como judíos, tanto en la vida privada, como familiar, como comunitaria, teniendo como punto de referencia la Torah y la manera como debe ser aplicada la Torah en cada generación y en cada circunstancia
específica. En un sentido práctico, la Halajah nos ayuda y orienta en cómo establecer cierto tipo de acción en cierto tipo de lugar y estado, nos informa y orienta en cuándo debemos orar, qué debemos orar, cómo debemos orar.
La Halajah establece qué debemos comer, qué no debemos comer, cuándo podemos comerlo, cómo debemos preparar esos alimentos, qué bendiciones debemos decir aquí y qué bendiciones acá.
Esto es en sentido general, la sustancia y razón de ser de la Halajah. Pero un Tzadik desarrolla un nivel espiritual tan alto que se mueve por encima de la Halajah, no destruyéndola, sino escalando niveles de grandeza espiritual para lo cual la Halajah no tiene nada que decirle.
Dice Rav Shaul: "Las sefirot de la Rúaj son: amor, gozo, paz, paciencia, benignidad, templanza... en relación con estas cosas, no hay halajah".
Esto no significa que un tzadik no guarde las leyes de Kashrut, pero significa que él tiene una comida que comer que nosotros no tenemos idea. "Rabí, come.
 Yo tengo una comida que comer que vosotros no sabéis. Mi comida es que haga la voluntad de mi Padre que está en los cielos y que acabe su obra. Trabajad, no por la comida que perece, sino por la comida que a vida eterna permanece". Yeshua vino a formar una generación de tzadiquim, y éstos fueron educados y entrenados por él mismo para venir a ser jajamin de la más alta estatura espiritual posible. Yeshuah cultivó en ellos su propia imagen, se reprodujo en ellos y el resultado fue la creación de un movimiento jasídico dentro del judaísmo, formado originalmente por judíos que llevaban en sus almas la imagen del Rábi, desarrollando los sefirot del Maestro, en justicia y piedad.
La sobrevivencia del judaísmo es imposible sin el jasidismo. El jasidismo es el alma del judaísmo, su espíritu, su corazón interior y sus alas. En los días de cuando vivió nuestro Rábi, el judaísmo atravesaba una de las crisis más grandes de todos los tiempos.
Israel era un país invadido y ocupado por fuerzas extranjeras. Yerushaláyim estaba bajo el dominio de los goyim.
El Templose había convertido en una cueva de ladrones y asaltadores espirituales. Falsos libertadores se habían levantado aquí y allá haciéndose pasar por alguien, habían reunido alrededor de sí a muchos judíos, pero luego que sus caudillos fueron eliminados por Roma, el movimiento fue reducido a la nada. Los impuestos fiscales que habían sido establecidos por Roma y los añadidos por los cobradores de impuestos, habían causado el empobrecimiento de la población judía más allá de lo que pudiéramos imaginar. Miles de judíos habían muerto una generación previa y Roma no toleraría nada que se asemejara a una revuelta popular.
Israel, que debía ser una familia que viviera unida, en comunidad, ahora estaba dividida en clases; y los líderes, lejos de establecer medidas justas y ordenanzas justas, la mayoría de las veces y con raras excepciones, estaban del lado de los opresores, haciendo más pesada la carga sobre los hombros del pueblo. Debido a esto, en sentido general, los rabinos no gozaban del respeto ni de la admiración del pueblo; todo lo contrario, eran vistos como parte del problema, no de la solución.
Estaban envueltos en movimientos políticos, y cada cual buscaba los mejores puestos, las más altas posiciones y los lugares de prominencia. La crisis en el liderazgo fue muy fuerte y el descrédito del rabinato y el sacerdocio no se hizo esperar entre las masas, entre el judío sencillo, que era abusado y explotado como nunca antes se había visto en
Israel.
El énfasis de los maestros era en el estudio de la Halajah, a un nivel, que dejaba al pueblo judío sin alma, sin espíritu, sin consolación. Los que eran vistos como sabios y entendidos, miraban por encima del hombro al judío de la tierra y lo consideraban de baja categoría.
En medio de esas circunstancias se levantaron maestros que afirmaban tener el dominio del Nombre Sagrado y se vanagloriaban de usar diferentes combinaciones del Nombre Sagrado para hacer milagros, exorcizar y repartir amuletos y protecciones espirituales sobre el pueblo.
Eran llamados Ba'laei Shem, "dueños del Nombre", es decir, que tenían el control absoluto del Nombre Sagrado y podían hacer cuanto querían usándolo a su propia discreción. Estos Ba'laei Shem estaban dispuestos incluso a pagar cualquier suma de dinero para obtener poderes espirituales con los cuales hacerse pasar por alguien y engañar al pueblo judío. Eran conocidos como exorcistas ambulantes y habían introducido artes mágicas y hechicerías paganas en sus prácticas, mezclando con ellas el uso del Nombre Sagrado.
Yeshuah tuvo que enfrentar a esa generación. Una de sus tareas fue enseñar a sus talmidim el uso del buen Nombre, para rectificar la perversión a que habían expuesto aquellos falsos líderes que se hacían pasar por "dueños del Nombre". En su tefilah, nuestro Rábi decía: "Les he revelado Tu Nombre a los que me diste, tuyos eran y me los
diste y han guardado tu Torah".
 Ante los Ba'lei Shem, Yeshuah opuso Ba'lei Shem Tov, "maestros del Buen Nombre",
es decir, frente a los maestros del Nombre, o sea, los magos y falsos cabalistas que habían corrompido el alma del judaísmo, Yeshuh levantó una generación de tzadikim que tuvieron como una de sus metas la restitución del Nombre Sagrado a su lugar propio para que ya no se continuara pervirtiendo el uso del Nombre. Yeshuah vivía enseñando el alma de la Torah a los hijos de Israel que tenían hambre y sed de HaShem en sus corazones. "El que tiene sed, venga a mi y beba, el que obedece mis enseñanzas, como dice la Escritura, de su interior correrán ríos de agua viva".
Debido a su compasión por el pueblo, HaShem lo invistió con la sefiráh de la sanidad "para sanar a los hijos de Israel, para predicar las buenas promesas dadas por los profetas, para vendar a los quebrantados de corazón y publicar libertad a los cautivos del yetzer hará".
Yeshuah, como todo tzadik, ocultaba sus más ricas enseñanzas de aquellos que no tenían su corazón en la redención de Israel ni en el Reino prometido a David, pero a sus talmidim, privadamente, les revelaba los secretos del Reino y de la redención detrás de sus maravillosas parábolas y extraordinarios midrashim.
Yeshuah no vino a producir gigantes intelectuales para que se dedicaran a las discusiones filosóficas enfocadas en las relaciones exponenciales por relevo del pensamiento casuístico usando como metodología el pilpul, típica de los talmudistas. Él sabía que este tipo de intelectualismo, aunque tiene su lugar, su espacio y su tiempo, no dejaba espacio en el alma para la espiritualidad, mas bien la dejaba seca y vacía, desprovista de vida y de alegría.
Constantemente sembraba en el corazón de sus talmidim, la prioridad del espíritu sobre el intelecto, la prioridad de la vida sobre la muerte, la prioridad del gozo de la redención, por encima de las discusiones halájicas. En otras palabras, que una vida sencilla, pero devota a HaShem, una vida llena de la Rúaj HaKodesh, es mil veces mejor que la meta de aquellos que con su erudición e intelectualismo, cortaban las alas del alma judía y la encarcelaban en discusiones sin fin y sin sentido práctico.
Muchas veces le oímos exclamar: "Te alabo, Padre, Mélej hashamayim ve Mélej haolam, (REY DEL CIELO Y REY  EL UNIVERSO) porque escondiste estas cosas de los sabios y
entendidos y las revelaste a los niños, sí Padre, porque así te agradó". "Un niño" es un alma judía sencilla, que depende del Padre, que reconoce que su vida está
constantemente bajo el escrutinio y cuidado de Su Padre y que busca por intuición los brazos de Su Padre. Ser niño en este sentido, era preferible a la intelectualidad sin vida de los líderes de su generación que habían privado al pueblo de la grandeza de la fe y la espiritualidad del judaísmo de los profetas.
Yeshuah constantemente se preocupó por inculcar en aquella generación de tzadiquim que se dispuso formar, el
principio de la presencia de HaShem aun en el movimiento de la hoja de un árbol, hasta en la muerte de un gorrión:
"¿No se venden cinco gorriones por un cuarto? Pues ni uno de ellos cae a tierra sin el permiso de vuestro Padre".
Para Yeshuah, la vida es más que el alimento, el cuerpo que nos ha sido dado para hacer la voluntad de HaShem, es de mayor importancia que el vestido que le ponemos encima. El que alimenta a las aves, que no siembran ni siegan, ¿no se encargará de alimentarnos a nosotros cuando estamos dedicados a hacer Su voluntad?: "Mirad los lirios del campo,
cómo crecen, sin trabajar ni dedicarse a hacer vestidos lujosos, y ni siquiera Mélej Shlomo, con toda su opulencia, se vistió jamás como uno de ellos. Y si a la hierba del campo, HaShem la viste así, ¿no hará mucho más por vosotros, hombres de poca fe?".
Lo más importante entonces para uno que anhela ser un tzadik no es poner primero la alimentación, el vestido o la bebida. ¿Qué es lo prioritario para un tzadik? Hacer la voluntad de HaShem y dedicarse por entero a la causa de Su Reino. En otras palabras, para Yeshuah, mientras usted diga: Cuando tenga la alimentación asegurada, entonces
procuraré ser un tzadik... nunca será un tzadik. Mientras digas "Cuando tenga asegurado mi vestido, mi bebida y mis cosas materiales, entonces le diré a mi alma: Bien, alma mía, ahora dedícate a ser un tzadik;  nunca será un tzadik".
Dice Yeshuah: no es así que trabaja el jasidismo. Si quieres ser un tzadik, busca primero el Malujut HaShem y todo lo demás te será dado por añadidura. Yeshuah vio a HaShem detrás de los gorriones, detrás de las hojas de los árboles, en los lirios del campo, en las aves de los cielos. En otras palabras, un tzadik es el que ve a HaShem detrás de cada cosa creada y es capaz de trascender esas cosas creadas y exaltar la gloria y el honor del Eterno que está detrás de la creación.
Yeshuah enseñó que la Shejináh, la Divina Presencia, podía descansar sobre todo judío que tuviera sed por HaShem y sobre toda persona, judía o no judía, que sometiera su voluntad a los designios del Eterno para amarle, servirle y obedecerle con todo el corazón, con toda el alma, y con todos los bienes materiales.
En otras palabras, que la Rúaj HaKodesh estaría accesible para todo Israel si ponía en práctica sus enseñanzas y echaba mano a los secretos que él nos revela. Debido a esto, la vida de un jasídico tiene que estar marcada por el gozo de la redención, por el gozo de la Presencia Divina en su vida, por el gozo de saber que nuestro nombre ha sido escrito en el libro de la vida eterna. "Rábi, hasta los demonios se nos sujetan en tu autoridad". ¿Qué les respondió el Rábi?  El dijo: "No os alegréis de esto, sino gozaos porque vuestros nombres han sido inscritos en el libro de la vida".
Decía el Rábi: "Nadie os quitará vuestro gozo". "Este es el secreto de la vida eterna, que tengan una relación íntima contigo". Por lo tanto, los jasidim de Yeshuah tienen que vivir siempre con gozo, con danzas, con alegría de corazón, sabiendo que nuestros nombres están inscritos en el sefer Haim y que no serán borrados de allí, según sus promesas:
"Y no borraré sus nombres del libro de la vida".
Para Yeshuah, adorar a HaShem con caras largas, con un espíritu enlutado, como uno que ha sido devastado por golpes, no es la manera apropiada. Debemos acercarnos a Hashem con gozo, confiadamente, convencidos en perfecta fe de que somos llamados a experimentar una relación íntima con él, que somos sus hijos y él es nuestro Padre. Así lo
entendieron los tzadiquim rishonim, los primeros tzadiquim. En nuestros libros autoritativos está escrito: "Acercaos pues, confiadamente al trono de la gracia para encontrar gracia para el oportuno socorro". Y también está escrito:
"Regocijaos en HaShem, otra vez digo, ¡regocijaos!"
Este es uno de los legados más profundos y maravillosos que nos ha dejado nuestro Rábi. Y debemos tomarlo con nosotros para que otros no sigan usurpando su honra. A nuestro Rábi lo acusaron de "comedor y bebedor de vino".
¿Por qué? Porque cuando comía, se gozaba comiendo. Cuando bebía se gozaba bebiendo. ¿Era su gozo por la comida? ¿Era su gozo por la bebida? Absolutamente no. ¿Por qué era su gozo? Porque veía en la comida que comía y en el vino que bebía la fidelidad de HaShem: (el vino significa alegría) Vuestro Padre sabe que de todas estas cosas tenéis necesidad antes que vosotros le pidáis. Yeshuah no predicó una falsa piedad, un falso ascetismo. Él nos mostró la responsabilidad de estar con el pueblo, de compartir con el pueblo, de andar con ellos y vivir entre ellos. Yeshuah no vivió escondido en una cueva, no se retiró del mundo, todo lo contrario, vivía siempre entre los suyos. ¿De qué lo acusaron? "Este a los pecadores recibe y con ellos come". "Los sanos no tienen necesidad de médico, sino los enfermos". En otras palabras, yo he venido para levantar una generación de médicos, una generación de tzadiquim que traigan sanidad y consolación y esperanza a nuestro pueblo.
Dejarlo todo y seguirle, no fue un llamado al pueblo, sino a los que anhelaban ser
educados y entrenados por él para servir de líderes de Israel en los dificiles días del exilio que vendrían. Sin embargo, a esos que dejaban todo para seguirle, les hizo una gran promesa: "No habrá ninguno de ustedes que haya dejado casas, tierras, esposa, hermanos y hermanas por mi causa, que no reciba cien veces más en esta edad presente, y en la por venir, la vida eterna".
De manera que su concepto de la entrega, de la auto negación, de la voluntad de servicio a Israel no puede ser ubicada dentro de los conceptos ascéticos de los que se apartan del mundo, sino de los que se apartan de las vanidades del mundo para servir al mundo. "No te ruego que los quites del mundo, sino que los guardes del mal".
Yeshuah no vino a formar una generación de tzadiquim escondidos en mausoleos, ni guarecidos en conventos, sino jasidim entregados al servicio de Israel, al servicio de la humanidad; con el pueblo, con los hombres y mujeres de esta edad presente para atraerlos a HaShem, a la Torah, a la vida eterna. Para Yeshuah, ningún judío se encuentra tan alejado de HaShem ni de la Torah que ya no podría nunca más volver a casa. Todo lo contrario, aun cuando haya descendido a su nivel más bajo, entre los puercos y su comida, siempre existirá la posibilidad de que "vuelva en sí" y regrese a casa. Esto inculcó en el alma de sus talmidim. No habrá un solo judío que se pierda, excepto el hijo de perdición, para que la Escritura se cumpla. Para Yeshuah, la oración sincera, que proviene de lo profundo del alma, es más importante que la oración aprendida de memoria y recitada sin espíritu y sin vida.
Para Yeshuah la oración rutinaria no eleva el alma, pero la oración que brota del corazón, aun cuando no tenga la riqueza gramatical ni las expresiones formales establecidas por los grandes intelectuales, se hace meritoria de la Presencia Divina. Esto no significa que él esté en contra de la oración litúrgica, porque de hecho, él mismo estableció un orden preciso que está luego presente en la Amidah, pero significa que todo eso no tiene como fin reemplazar tus propios sentimientos ni tus propias palabras, sino más bien estimularlas y hacerlas despegar.
Para Yeshuah, la oración tiene que llevarnos a una experiencia de unión íntima con HaShem donde el alma siente el fuego de Su presencia y se goza en Su salvación. Si la oración que hacemos no nos eleva el alma Al Padre, algo anda mal en nosotros. Yeshuah propuso a sus talmidim un tipo de oración que no estaba sujeta a las regulaciones y
formalidades impuestas por la jalajah de sus días, sino que, partiendo de ella, tenia la
capacidad de elevarse por encima de ella y acercarse al trono del Altísimo. Es cierto que debemos orar tres veces al día, pero el espíritu de la oración debe estar con nosotros todo el tiempo. Sus talmidim decían en su nombre: "Orad constantemente".
Yeshuah veía la recitación mecánica de la liturgia sofisticada como una grave enfermedad que encerraba el alma judía y le impedía alzar su vuelo al Padre. "No uséis vanas repeticiones, como los goyim, que piensan que por su palabrería serán oídos". ¡Cuidado!, él no dijo: "No uséis vanas repeticiones, como los judíos, que piensan que por su palabrería serán oídos". Dijo: "Como los gentiles". El principio que está discutiendo
Yeshuah aquí, no es otro que la repetición mecánica y rutinaria de la oración, venga de donde venga; peor, si es incorporada a la liturgia de una fuente no judía. Yeshuah entregó también a sus talmidim un legado mesiánico: "Y esta Mazoret del Maljut” tendrá que ser proclamada por los yehudim en toda la tierra habitada, como una declaación solemne a todos los gentiles, y entonces vendrá el fin de esta edad presente".
En otras palabras, el fin de esta edad presente y el comienzo de la redención final, estará íntimamente ligada a nuestra responsabilidad de dar a conocer sus enseñanzas a todas las naciones. Dicho en forma simple: Si no enseñamos las leyes del Reino a los gentiles para que se conviertan de sus ídolos al Elokim de Israel y vivan según las normas que HaShem ha establecido para ellos, no estaremos aptos para experimentar la redención final.
Yeshuah implantó en sus tzadiquim el amor incondicional por cada judío. "Un nuevo mandamiento os doy: que os améis unos a otros como yo os he amado. En esto conocerán todos que sois mis talmidim, si tuviereis amor los unos por los otros". Israel no es una denominación, no es una religión, es una familia; y por tanto, todo tipo de discriminación está prohibida. Debemos esforzarnos por hacer de cada comunidad judía, en particular, y de Israel en general, una hermandad absoluta basada en el amor, el respeto mutuo y la entrega y servicio abnegado los unos por los otros.
Esta fue la primera generación de tzadiquim que conoció Israel, los talmidim originarios de Yeshuha. Y está escrito en nuestros libros autoritativos que todos ellos perseveraban en la enseñanza de la Torah venida de los labios de los tzadiquim, en la comunión unos con otros, en el partimiento del pan y en las oraciones. Y todos los judíos que iban siendo ganados para el movimiento jasídico establecido por Yeshuah como modelo para todo Israel, estaban juntos y tenían en común todas las cosas e incluso vendían sus propiedades y sus bienes y lo repartían entre todos según la necesidad de cada uno. Y perseveraban en las reuniones públicas del Bet Hamikdash y santificaban Shabat invitándose unos a otros en sus casas y comían juntos con alegría y sencillez de corazón.
Vivían alabando a HaShem y tenían el favor de todo el pueblo judío, es decir, se
transformaron en una comunidad modelo, en una sinagoga modelo, digna de imitar por todos los judíos. ¿Significa que no tuvieron oposición? Por supuesto que sí, y mucha.
 ¿De parte de quién? De parte de las autoridades corruptas de aquella generación, los que
veían el movimiento de Yeshuah como una amenaza a su autoridad y dominio sobre las comunidades judías.
Los mini:n de aquella generación, los herejes saduceos y algunos grupos de fariseos extremistas, los falsos cohanim y la guardia del Templo vendida a Roma, se enfrentaron a los tzadiquim de Yeshuah y los intimidaban; y usando del poder que Roma les daba, los entregaban a la cárcel de los hijos de Esav (Esaú) y azotaban públicamente a los jasidim de Yeshuah, con tal de hacerlos desistir de sus enseñanzas.
" La proclamación oral de lo que fue anunciado por los profetas y que ha pasado de
generación a generación en relación con la promesa del Maljut, del Reino de los Cielos.
 Que serán los judíos los responsables de cumplir con esta misión a las naciones es
evidente de las palabras que luego dirá nuestro Maestro a su talmid Yojanán, como está documentado en Revelaciones 7:4; 10:10 y 14:6,7.
 
Pero mientras más los perseguían, más se multiplicaban; y en medio de las amenazas y acusaciones más perversas, HaShem les respaldaba, extendiendo su mano y autorizando que con todo denuedo siguieran enseñado la Torah y permitiendo que ocurrieran grandes milagros y señales y sanidades prodigiosas mediante los méritos ofrecidos por nuestro Justo Mashiaj.
De una forma nunca antes vista en Israel, todos los judíos sencillos que eran instruidos acerca de Yeshuah, fueron atraídos irresistiblemente hacia él y se unían a su movimiento, el movimiento jasídico más grande jamás conocido en nuestro pueblo.
¿Qué pasó con este movimiento jasídico original?
 ¿Dónde están todos aquellos judíos que creyeron en el testimonio que Hashem dio acerca de Yeshuah, que aceptaron sus enseñanzas y por ellas vivían?
 ¿Dónde están aquellos jasidim de nuestro Rábi?
 Con la destrucción de Yerushaláyim y del Templo y el inicio del último exilio, al exilio también se fueron.
 Los líderes originales fueron perseguidos sin misericordia, algunos muertos, otros encarcelados; y los más, se fueron a las naciones, visitando las comunidades judías e implantando en ellos la semilla del jasidismo y la esperanza de la redención final.
Murieron como desconocidos, ignorados, sin conocer su paradero final. Exactamente como sucedió con los profetas. En nuestros libros autoritativos está escrito: "otros fueron atormentados, experimentaron vituperios, azotes, prisiones y cárceles, fueron apedreados, cortados por la mitad, muertos a filo de espada, anduvieron de acá para allá, camuflados de pieles de ovejas y de cabras; pobres, angustiados, maltratados, de los
cuales su generación no fue digna, en un exilio atroz, errando por los desiertos, por los montes por las cuevas y las cavernas de la tierra". (Ivrit 11:32-38)
En otras palabras, fueron absorbidos por el exilio hasta la hora de su redención. Pero aunque ellos pasaron, la semilla del jasidismo no se ha perdido. Aquí y allá HaShem ha levantado el movimiento jasídico en medio de nuestro pueblo, para preparamos así para la redención final y el reconocimiento oficial de la identidad del Mashiaj ben David, que nos sea enviado pronto y en nuestros días.
Esta es la historia de nuestro mTraducción y comentarios por
D. A. Hayyimovimiento, esta es la historia de nuestra herencia, este es nuestro judaísmo. El Hasidut de Yeshuah tiene que ser resucitado de nuevo entre
nosotros. Nuestra gran misión es la formación de tantos tzadiquim como nos sea posible, que vivan dentro del judaísmo, sin temor, sin avergonzarnos de quién es nuestro líder y cuál es su legado.
Yeshua no vino a inventar un nuevo judaísmo. Ya tenemos judaísmo. Ya tenemos la Torah y la Halajah. Pero Yeshua nos anima a ir más allá de la Halajah y redescubrir sus
enseñanzas y ponerlas por obra como modelo para nuestro pueblo, para esparcir su
doctrina entre todas las naciones.
Y os digo algo, nuestro Rábi prometió que si él es levantado, atraerá sobre sí mismo a todos los judíos. "Y yo, si fuere levantado, a todos atraeré a mí mismo". Tenemos la responsabilidad sagrada de mostrar quién fue realmente Yeshuah; y cuando el judío que tiene hambre y sed de HaShem se encuentre con él, no podrá ya más ser el mismo.
Tú y yo somos responsables de darlo a conocer, de mostrar su grandeza, su piedad, su doctrina, su herencia para que otros no tomen más su honor, el honor que le pertenece por derecho propio, porque, como fue dicho de él, "expuso su alma hasta la muerte" con tal de facilitar luego la redención final de Israel y del mundo, introduciendo los méritos necesarios para el perdón de los pecados voluntarios, de los que no hay provisión alguna en el sistema levítico convencional, sino solamente condenación y juicio. Por los méritos del Tzadik de Israel, aquellos pecados para los cuales jamás podríamos encontrar perdón y justificación, el Eterno perdona y justifica por la intervención del Tzádik. El conjunto de libros autoritarios y sagrados que tenemos delante, nos muestran cómo podemos adelantar la redención, colaborar con Mashiaj en la restauración de todas las cosas y esperar que el Eterno bbendito sea él, nos lo envíe prontamente y en nuestros días.
 
D. A. Hayyim Yerushaláyim,
SHALOM UBRAJAT
Olivia Urrego A.
Sierva  DE Eloha´avinu